Lucha por la vida
Carlitos Carrillo |
Hola soy Carlos Alberto Carrillo Doumet, tengo dos añitos y un mes. Les cuento que hace ocho meses aproximadamente me comencé a sentir mal, no paraba de vomitar, aunque mi mamita Samira me llevó con tres Doctores pediátricos, los cuales me examinaron y me recetaron medicamentos, estos no me hacían efecto, yo no paraba de vomitar.
Al verme cada día más descompuesto, mi tío Farid, que por gracia de Dios trabaja en Solca, decidió ingresarme y fui atendido por la Doctora Irene Polo, la cual me hidrató y me realizó algunos exámenes y le dijo a mis papitos que nos fuéramos a Guayaquil donde un neurólogo pediátrico, y el día martes 19 de agosto del 2008, tuvimos la consulta con el Dr. Isaac Yépez, quien al ver mi estado físico que me encontraba deshidratado desnutrido y que había dejado de caminar, le dijo a mis papis que me realizaran una resonancia magnética en el cerebro, que ingresáramos de inmediato al pensionado del Hospital Robert Gilbert para que me atendieran.
Fue así que el día 21 de agosto del 2008, me hicieron la resonancia en la Clínica Alcívar, , me llevaron en una ambulancia, estaba realmente asustado, al despertar de la anestesia, vi a mis papis llorar y llorar; no entendía que sucedía, a la noche llegaron mis tíos Farid, Fadiana y mi hermana Vanessa y me comencé a preocupar más, veías muchas caras tristes a mi alrededor. Hasta la doctora Polo estaba en Guayaquil en el Hospital, que raro. Luego escuché decir al neurólogo que tenía un tumor en la fosa posterior del cerebro e hidrocefalia.
Al día siguiente, el 22 de agosto del 2008, ingresé por primera vez a un quirófano, me hicieron una ventriculostomía en la cual salí muy bien. Ese mismo día me bautizaron en el hospital. Pasaron los días y me fui mejorando, vomitaba menos y gane peso.
Y llegó el día 2 de septiembre del 2008, donde fui intervenido para extraerme parte de mi tumor, el cual se llama Ependimoma, luego de cuatro horas de operación pase a terapia intensiva por 3 días; me sentía solo, con mucho dolor y a mi mamita la veía diariamente por diez minutos; pero el día viernes 5 de septiembre del 2008, estuve con mis papitos nuevamente ¡Qué alegría¡, pero ese mismo día poco a poco me fui complicando y de dos intervenciones que estaban previstas para hacerme, me realizaron cinco y volví a terapia intensiva.
Pero gracias a Dios y a las ganas que tengo de vivir por mi papito Carlos, mi mamita Samira, mis hermanitos Samirita y Shirinita y toda mi familia, me recuperé y regresé a mi Portoviejo, el 22 de septiembre del 2008, al día siguiente fuimos a Solca con el Dr. Julio Guillem y a fines de mes comenzamos con 5 ciclos de quimioterapias de inducción con platinio, los cuales los terminé el 13 de enero del 2009.
Fueron meses difíciles para mí y mi familia, ya que tenía que estar en el hospital mucho tiempo, me pinchaban a cada rato, me daban miedo las enfermeras, los doctores, se me cayó el pelo, las pestañas, las cejas, no me acostumbraba a estar ingresado, extrañaba a mis hermanitas. Desde mediados de agosto dejé de caminar pero el 1 de enero del 2009 le regalé algo hermoso a mi familia que siempre me apoya, volví a caminar.
El doctor Julio le insistía a mi mami que tenía que volverme a operar, pero mis papis no querían, tenían miedo por todas las complicaciones de mis primeras operaciones, pero el 2 de febrero del 2009 con mi mamita y mi tía Mercy, que nunca me ha dejado solo, nos fuimos a Quito a una consulta con el Dr. Alfredo Castro, Neurólogo-Cirujano Pediatra y él le dijo a mi mami que esta operación era la única oportunidad de vida que tenía yo, que si no me operaba en cualquier momento podía tener una recaída y esta podría ser fatal.
Mi mamita Samira llamó llorando a mi papito Carlos contándole lo que le había dicho el Dr. Castro y mi papito autorizó mi operación. EL 5 de febrero del 2009, a nueve días de cumplir mis dos añitos, fui operado en el Hospital Baca Ortiz, a donde llegaron también mi tío Farid y mi tía Fadiana, operación que duró ocho horas, donde me jugaba mi vida, ya que era extremadamente complicada, pero gracias a mi Dios que siempre me acompañó y no me ha abandonado, salí muy bien, aunque el doctor Castro, les dijo a mis papís que me había lesionado un nervio en la operación, hasta ahora no sabemos cuál es porque me encuentro muy bien, pero mi papito Fadel de broma siempre dice que el nervio de la cordura por cada día estoy más loco…
Actualmente me encuentro realizando quimioterapia de consolidación, aunque tengo un 30% de mi tumor, como le dice mi querida psicóloga la Dra. María Lourdes (que por cierto siempre me engríe), a mi mami, que hemos ganado la lucha en un 70%.
Ya me acostumbré a estar en Solca, ya soy amigo de los guardias, las licenciadas, los doctores y del personal, ellos siempre me están saludando y me preguntan como estoy, tengo nuevos amiguitos enfermos al igual que yo; que luchamos día a día contra esta enfermedad.
Después de este relato que les puedo pedir: “Que recen todos los días por mí, para que no tenga ninguna complicación y así poder llegar a mis tres añitos, para poder comenzar a recibir radioterapias, y combatir ese 30% que me queda de tumor, que es inoperable, y poder estar sano junto a mi familia que me ha apoyado y luchado junto a mí.
También, les pido que recen por todos los niños enfermos de cáncer que luchan día a día para seguir adelante con sus familiares, ya que es muy duro cuando te falta un ser querido y mucho peor si es un angelito como yo, así que siempre tenme presente en tus oraciones, porque yo si puedo decir, que soy testimonio de lo que ha hecho Cristo en mi vida.
Carlitos
Portoviejo, 3 de abril del 2009
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