Hace más o menos once meses mi vida era normal, me sentía una mujer realizada, estaba casada con tres hermosos hijos, acababa de obtener mi segundo título universitario, era una Abogada de la República, al igual que mi padre, carrera que la seguí junto a mi esposo Carlos. Todo marchaba bien hasta que mi último hijo Carlitos, de un año y medio, se enfermó de una gripe, la cual no se curaba, más bien se incrementaron vómitos, aunque lo llevé donde su pediatra, el niño no mejoraba, pasaron así cuatros semanas, hasta que mi hermano el Dr. Farid Doumet, que por gracia de Dios, trabaja en Solca, al ver el estado en que se encontraba Carlitos, me contactó con la Dra. Irene Polo, la cual decidió ingresarlo en Solca, para hidratarlo y realizarle algunos exámenes, fue así que Carlitos logró estabilizarse un poco. La Dra. Polo nos recomendó consultar con un Neurólogo, un Gastroenterólogo y un Neumólogo Pediátricos en la ciudad de Guayaquil, y fue así que junto a mi esposo y Carlitos, nos fuimos a las consultas especializadas. Al realizar la primera consulta con el Dr. Isaac Yepez, él vio que mi hijo estaba desnutrido y que había perdido la marcha, nos dijo que el estado del niño era muy delicado y que necesitaría realizar una Resonancia Magnética en el Cerebro y otros exámenes adicionales y lo ingresó de inmediato al Hospital Roberto Gilbert. Fue ahí que mi vida comenzó a cambiar, presentía dentro de mí que algo malo estaba sucediendo con Carlitos. Llego el día viernes 21 de agosto del 2008 (fecha que jamás olvidaré), fuimos con el niño, en una ambulancia a realizarle la resonancia magnética que me había solicitado el doctor, el niño me miraba preocupado, y con temor. Cuando le estaban realizando el estudio salió el Tecnólogo a solicitarnos una nueva autorización y posteriormente fuimos informados de que Carlitos tenía UN TUMOR EN LA FOSA POSTERIOR DEL CEREBRO E HIDROCEFALIA, me quería morir, no lo comprendía, lloraba, lloraba, y lloraba, me preguntaba yo misma … que había pasado, si mi hijito era un bebé sano, hermoso, que nunca se enfermaba, realmente no lo comprendía. Al día siguiente Carlitos entró por primera vez a un quirófano, le realizaron una Ventriculostomía, para drenarle el liquido que se encontraba retenido en su cerebrito producto del tumor; todo salió muy bien en esa operación; posteriormente el 2 de septiembre, hubo que intervenirlo nuevamente para extraer parte del tumor, una operación sumamente complicada y con muchos riesgos, pero mi bebé volvió a salir bien, aunque estuvo en Terapia Intensiva dos veces y tuvieron que realizarle tres operaciones más por ciertas complicaciones.
El 30 de septiembre, Carlitos comenzó con sus quimioterapias con el Dr. Julio Guillen, fueron cinco ciclo de inducción, meses muy difíciles para él, ya que lo pinchaban muy seguido, tenía que permanecer muchos días ingresados en Solca, se le cayó el pelito, las cejas y las pestañas, no podía integrarse al mundo como lo hacían sus otras dos hermanitas. También fue difícil para nosotros como padres, ya que teníamos que permanecer mucho tiempo en SOLCA, en ocasiones sin poder comer y hasta sin dormir, tratando de adaptarnos a este nuevo ritmo de vida, pero al fin, comprendimos que esa era la única manera de mantener a Carlitos en el estado que se encontraba, lo veíamos mejorar día a día, hasta que el 1 de enero del 2009, volvió a caminar luego de 6 meses que no lo podía hacer.
El Dr. Guillen nos insistía de una nueva operación con el método de succión, al concluir los primeros cinco ciclos de quimioterapia, sinceramente no la queríamos realizar, teníamos mucho miedo de perder al niño, de las complicaciones que se podrían presentar, pero él insistió y fue así que el 5 de febrero del 2009, en el Hospital Baca Ortiz de Quito, Carlitos fue operado nuevamente para extraerle otra parte de su tumor, con mayores riesgos que las primeras cirugías, pasando por tercera ocasión a Terapia Intensiva, pero como siempre mi hijito se recuperó y salió muy bien.
Actualmente nos encontramos realizando el tercer ciclo de quimioterapia de consolidación, aunque estamos concientes de que el niño necesita otro tratamiento alternativo fuera del país, el cual aumentaría sus posibilidades de vida. Solo mi Dios nos abrirá los caminos para tener la oportunidad de llevar a Carlitos donde más la convenga.
Quisiera aconsejar a los padres que tienen niños enfermos con Cáncer, que nunca pierdan la fe en Dios, ya que yo, he podido comprobar con Carlitos que El existe; que tengan mucha fe, en los doctores tratantes de Solca, que son profesionales preparados y capacitados para tratar a personas con esta enfermedad tan dolorosa que es el Cáncer, que sean ellos, quienes nos orienten en el tratamiento a seguir con nuestros hijos; que nosotros como padres, no abandonemos los tratamientos cuando veamos que nuestros hijos han mejorado, ya que al hacerlo ponemos en riesgo la vida de estas personitas tan importantes para nosotros.
Con la enfermedad de Carlitos, mi vida cambio radicalmente, ya que él necesita un cuidado especial, paso muchos días en Solca, me he vuelto más humana, valoro la vida diferente, tengo muchas nuevas amigas, madres igual que yo, que luchamos día a día para tratar de salvar la vida de nuestros hijos. Carlitos tiene muchos amiguitos con la misma enfermedad, que son valiente, luchadores, que nos demuestran a nosotros los padres, que ellos quieren vivir, que no los abandonemos en estos tratamientos, tan duros y dolorosos para ellos. Tengo también una amiga muy especial, a la cual considero mucho y me ha ayudado a entender esta enfermedad, que ha sido mi hombro cuando he llorado y que también ha compartido sonrisas y momentos amenos con nosotros, mi querida Psicóloga María Lourdes Intriago, a la cual debo agradecerle muchísimo, al igual que a la Dra. Polo, al Dr. Guillen, al Dr. Doumet, a los médicos residentes, a las licenciadas, a los auxiliares, al personal administrativo de Solca y a las personas que realizan la limpieza.
Por todo eso he dejado de ser SAMIRA, la esposa, profesional, madre de mis otras dos hijas y estoy cumpliendo el papel más importante de mi vida que es SER LA MAMÁ DE CARLITOS…